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La guitarra española es capaz de acompañar eficazmente en las parrandas con unos pocos acordes, o ser un instrumento susceptible de afrontar repertorios clásicos de notable complejidad técnica. La posibilidad de maridar ambos mundos es una realidad desde hace siglos. Fernando Sor (1778-1839), escribió un amplio conjunto de obras en las que lo culto y lo popular se daban de la mano sin conflictos, como su colección de Boleros y Seguidillas para guitarra y voz solista. Compositores posteriores, como Moreno Torroba o Joaquín Rodrigo también utilizaron aires tradicionales españoles, otorgando una dimensión universal a los géneros folklóricos.

Canarias es una tierra en la que la guitarra ha tenido notables cultores. Se considera que la primera generación de guitarristas-compositores viene representada por el palmero Ezequiel Cuevas (1889-1953) y el grancanario Carmelo Cabral Llarena (1881-1956), a quien se considera como el precursor de la adaptación de melodías canarias a la guitarra de concierto.

Desde entonces, el acercamiento de la guitarra clásica a la estética tradicional ha tenido algunos nombres propios que han aportado materiales de gran interés. Cabe destacar la aportación del lanzaroteño Domingo Corujo, autor de una serie de pequeñas obras basadas en el folklore de Lanzarote. También el grancanario Blas Sánchez ha hecho uso de melodías tradicionales para muchas de sus composiciones guitarrísticas.

Recientemente han salido al mercado dos trabajos que abundan en dicho concepto. El primero es el firmado por Antonio E. Rodríguez Sánchez. Su libro ‘Melodías del Folklore Canario para Guitarra’ aporta un repertorio de más de sesenta partituras, enfocadas fundamentalmente al ámbito didáctico. Por su parte, el guitarrista Nicolás Mendoza Melián ha editado ‘Guitarra Solista Popular Canaria’, abundando en el mismo objetivo de utilizar melodías de la música popular isleña con un enfoque solista.

Dos trabajos imprescindibles para el didactismo de la guitarra clásica en estas islas.

 

*Imagen superior modificada. Original de Ángel Torres. Ver Original.