Tenerife Sur de Músicas (TSM), el heredero natural de Son Latinos Canarias, se celebrará, por fin, en la Playa de las Vistas en el mes de agosto.

El desbloqueo de los requisitos para la otorgación del permiso pertinente para su celebración por parte de la dirección general de Costas da el pistoletazo de salida para la celebración de un acontecimiento que volverá a poner a Tenerife en las portadas de los medios nacionales e internacionales durante el verano.

Regresa el gran festival en la playa de Tenerife bajo el nombre de TSM

TSM

La empresa Tenerife Sur de Músicas afronta de esta manera un reto importante a la vez que ilusionante: Superar el listón que desde hace más de 10 años dejó en la misma playa el macro-concierto SON LATINOS.

El Festival, de 12 horas de duración, se diferenciará del Son Latinos, fundamentalmente, en que incorporará en su programación numerosas actividades de caracter ambiental que se desarrollarán en los días previos al gran concierto, asesoradas y llevadas a cabo por miembros de grupos ecologistas, biólogos, científicos (muchos de ellos pertenecientes al OAMC) y coordinadas por la fundación Santa Cruz Sostenible. Además, TSM será un encuentro de ámbito tricontinental y no exclusivamente latino, y mucho más adaptados a públicos de diversas franjas de edades que el celebrado hace ya diez años. Mantendrá, sin embargo, su carácter gratuito y abierto.

Tenerife Sur de Músicas comenzará en la Playa de las Vistas a las 14:00 horas con un cartel eminentemente familiar, aportando un nuevo valor al concierto: el disfrute de toda la familia en horario matinal, lo que permitirá también que los negocios locales se beneficien del público asistente en su horario habitual de apertura.

A falta de la incorporación de otra gran figura en el cartel, éste estará encabezado por Youssou N’Dour, Kool and The Gang, Ska-P, Jerry Rivera, Palmera, Ray Castellano; Abraham Mateo, La Isla Roots; Ni un pelo de tonto; The Monos; Salvapantallas; Las Kanarias; David Ascanio y Dj Darío

Un valor añadido a nuestra oferta turística

La provincia de Santa Cruz de Tenerife era el único lugar de España donde se prohibía de manera sistemática la celebración en la playa de actividades de carácter cultural y de ocio con importante repercusión turística.

La propia CEOE valoró en un informe el enorme impacto económico de un Festival de estas características, basándose en los datos reales del último Son Latinos, cifrándolo en más de 28 millones de euros; además concluyó en el mismo informe que para conseguir para la Isla similar impacto promocional en medios de comunicación que el que se obtuvo con la celebración de Son Latinos y, por tanto, con la celebración de TSM, habría que invertir más de 12 millones de euros.

Antecedentes para comprender el conflicto

A raíz de una denuncia de un grupo ecologista, la dirección general de Costas prohibió la celebración del festival Son Latinos, que llegó a ser considerado uno de los mayores de Europa y del mundo en su género. Entonces, una parte escindida de la productora Guagua Producciones, responsable de dicho festival y que hoy se denomina Tenerife Sur de Músicas, decidió comenzar en solitario una batalla legal para la consecución de los permisos que autorizaran la reedición del festival. Mientras en lugares como Fuerteventura, San Sebastián, La Coruña o Málaga se permitía, año tras año, la realización de festivales en la playa, algunos con más de 3 días de duración, en Tenerife hasta hoy continuaba la prohibición sobre todo tipo de espectáculos en la costa.

En el año 2010, el Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad “Flexibilizar los criterios para el uso eventual de las playas canarias anejas a espacios urbanos o turísticos para la realización de grandes eventos que cualifiquen la oferta de ocio turístico, tal y como se hace en gran parte del territorio peninsular”

Este reciente cambio de la Ley de Costas fue impulsado por la lucha que la empresa Tenerife Sur de Músicas mantuvo desde la prohibición del mentado Festival, con reuniones desde el año 2008 con ministros, directores generales de Costas, parlamentarios, senadores, etcétera, aparece un artículo que especifica que: “En los tramos urbanos de playa podrá autorizarse la celebración de aquellos eventos de interés general con repercusión turística que cumplan los requisitos que se establezcan, en particular, los relativos a superficie y tiempo de ocupación física, así como la adopción de todas aquellas medidas preventivas tendentes a evitar cualquier afección ambiental y a garantizar el mantenimiento del tramo de playa en el estado anterior a la ocupación. En todo caso, una vez finalizada la ocupación, se procederá de manera inmediata al levantamiento de las instalaciones, a la completa limpieza del terreno ocupado y a la ejecución de las demás actuaciones precisas para asegurar la íntegra conservación de la playa”.

Contrastaba la imposibilidad de celebrar el Festival con la autorización que tenían otros, también costeros, en el mismo Archipiélago, como el que tiene lugar en el paraje natural El Cotillo en Fuerteventura, que lleva más de 10 años celebrando año tras año un festival a la orilla del mar. La empresa Tenerife Sur de Músicas ha tenido que elaborar todo tipo de informes jurídicos y medioambientales preceptivos y, por supuesto, cuenta con las medidas correctoras exigidas por la propia Administración.

La empresa Tenerife Sur de Músicas, que cuenta con el apoyo de importantes empresas y de las instituciones (Ayuntamiento, Cabildo y Gobierno de Canarias y Tourespaña), presentó en enero del presente año la solicitud de autorización, teniendo desde entonces que abordar un minucioso proyecto y plan de sostenibilidad, así como conseguir apoyos desde todos los sectores del Archipiélago. Al mismo tiempo en que se presentaban y preparaban continuas subsanaciones requeridas por la Administración pertinente, se ha ido elaborando un impresionante cartel artístico, local, regional, nacional e internacional y cerrando acuerdos con empresas de las más importantes del país.

En unos días, cuando el documento oficial ya esté en manos de la empresa, ésta y las instituciones comparecerán públicamente para detallar las actividades culturales y medioambientales previas, así como el cartel artístico de esta primera edición de un festival que nace con clara intención de continuidad.