La cantante y pianista cubana actúa por vez primera en Canarias, acompañando los dos conciertos que ofrece Olga Cerpa y Mestisay en el Teatro Leal de La Laguna, los días 18 y 19 de diciembre

Ana María Perera y Olga Cerpa

Ana María Perera y Olga Cerpa / Foto Miriam Cejas

La cantante, pianista y compositora cubana Ana María Perera, compartirá escenario junto a Olga Cerpa y Mestisay en los dos conciertos previstos que el grupo ofrecerá los días 18 y 19 de diciembre, en el Teatro Leal de La Laguna. La racial intérprete nunca antes había estado en Canarias, la tierra de su abuelo Matías, que llegó a Cuba procedente del recóndito paraje de Barranco Hondo, en Gran Canaria.  Perera, que vive y trabaja en Miami, confiesa que no le gusta el reggaetón, se considera de la vieja escuela y admira, entre otros, a  Michael Bublé, Adele y Harry Connick.

Perera,  formada en la Escuela Nacional de Artes (ENA) de Cuba en la carrera de piano clásico y composición, fue integrante como solista del Cabaret Tropicana en los años 90 y, tras su exilio de su isla natal,  compositora de canciones para discos de Gilberto Santarrosa y Willy Chirino, que fueron premiados con Grammy latinos. En Canarias acompañará al piano y cantará con Olga algunos temas de su compatriota Bola de Nieve y, en solitario, canciones de La Lupe.

Sus influencias constituyen una amalgama de estilos y artistas muy diversa. “En mi carrera me han influido desde Barbra Streissand a Ella Fitzgerald, pasando por Olga Guillot, Stevie Wonder, Rocio Jurado, Edith Piaff, Joan Manuel Serrat o Nat King Cole”, señala. Cuando habla de la música cubana, no duda en destacar “las aportaciones de Ignacio Jacinto Villa (Bola de Nieve), al pianista, compositor y arreglista Ernesto Lecuona, al extraordinario cantante Benny Moré, a la gran bolerista Olga Guillot, a Celia Cruz junto a la Sonora Matancera, al pianista Adolfo Guzmán al Trio Matamoros que revolucionó el son, a Cindo Garay, Eliseo Grenet, Eusebio Delfín y Manuel Corona, encuadrado en la trova tradicional cubana, a Cesar Portillo de la Luz y José Antonio Méndez, compositores exponentes del estilo ‘filin’, a Enrique Jorrin, creador del popular ritmo ‘Cha-Cha-Cha’, y muchísimos más, igual o tan grandes como los anteriores”, dice.

Ana María Perera sostiene que “el Movimiento de la Nueva Trova surge en Cuba como una necesidad de los jóvenes de expresarse desde un discurso nuevo, de manifestar su rebeldía y puntos de vista en una manera muy peculiar. Los primeros muchachos en aquellos tiempos, aprendieron de La Trova Tradicional, fusionando con ritmos extranjeros como el funk o el rock, nutriéndose de la poesía de grandes escritores, mayormente latinoamericanos”, avanza.

La cantante cubana toca el piano excelentemente y domina con seguridad el escenario cuando canta junto a Olga Cerpa en este directo que presentan en el Teatro Leal lagunero.  Sobre la música del grupo canario dice que “la envuelve en cada acorde, con delicadeza. Es música en la que no falta ni sobra nada. El grupo cuenta con músicos extraordinarios que saben llegar al corazón. Hoy en día es poca la música que vale la pena, y Olga Cerpa y Mestisay se ha encargado de retomar la música que «vale la pena» y traerla a las nuevas generaciones, siempre conservando la esencia canaria”.

Ana María Perera se define simplemente como “una mujer a quien le gusta cantar, amiga de sus amigos, con un estilo interpretativo digamos un tanto «visceral». Soy una convencional disfrazada de libertina (poéticamente hablando), de estilo libre, según lo que el corazón me demande. Entiendo la música no como un trabajo sino como una necesidad para mi alma, una catarsis, un modo de llevar alegría a la gente, mi modo de hacer felices a los demás y de ser feliz yo cantando para ellos”, concluye.