Leonard Bernstein

El Teatro Cuyás cerrará su aportación a la celebración del primer centenario del nacimiento del músico Leonard Bernstein con la exhibición, durante las próximas dos semanas, de su obra más celebrada: el musical ‘West Side Story’.

Se trata de una versión, española pero absolutamente fiel, de esta obra maestra de la música contemporánea, que, tras su estreno en Madrid, de cuyo Teatro Calderón se despedía hace solo unos días, iniciará su gira nacional en Gran Canaria, donde Bernstein pasó largas temporadas.

Este gran espectáculo, del que puede verse un resumen en https://www.youtube.com/watch?v=v208lDjZYQw,  será además la tercera y última contribución del Cuyás a un programa conmemorativo que arrancaba hace ahora dos años para homenajear al afamado compositor estadounidense y recordar su relación con esta isla.

Dicho programa fue posible gracias a la coordinación de una serie instituciones, entre las que, además del Cuyás, figuraban el Teatro Pérez Galdós, CAAM-San Antonio Abad, Gran Canaria Espacio Digital y el Auditorio Alfredo Kraus, así como el Conservatorio Superior de Música de Canarias, los Amigos Canarios de la Ópera, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el CICCA, Ámbito Cultural de El Corte Inglés, la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino y la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC), todo ello con la colaboración de las fundaciones Caja Canarias-Obra Social La Caixa, Mapfre Guanarteme y SGAE.

Dentro del citado programa, el Cuyás organizó dos exitosos espectáculos de la Gran Canaria Big Band: ‘Impressions of West Side Story’, cuyos dos conciertos junto a Cristina Ramos y Fasur Rodríguez se celebraron en las navidades de 2017, y ‘West Side Story: Amor sin barreras’, con varias actuaciones para escolares en noviembre del año siguiente, de nuevo junto a Rodríguez pero con Marta Viera como protagonista femenina.

En esta ocasión, y de la mano de SOM Produce, ‘West Side Story’ traerá a Gran Canaria los inolvidables temas compuestos por Bernstein con letra de Stephen Sondheim (‘América’, ‘María’, ‘Tonight’…), pero también una puesta en escena espectacular, la misma estrenada en Madrid y que nada tiene que envidiar a cualquier producción musical norteamericana; las coreografías originales de Jerome Robbins y el libreto de Arthur Laurents adaptado por el gran David Serrano.

Será entre los días 20 y 30 de junio, cuando hay previstas quince funciones cuyas entradas se encuentran ya a la venta en la taquilla y la web del Teatro Cuyás (www.teatrocuyas.com).

Grande de la música contemporánea

Hijo de padres ucraniano-judíos, Bernstein pasó largas temporadas en Gran Canaria y está considerado como uno de los grandes iconos de la música del siglo XX: compositor, pedagogo, pianista, director de orquesta y abanderado de grandes causas humanitarias.

La relación de Bernstein con Gran Canaria llegó de la mano de un íntimo amigo, el también pianista y director Justus Frantz. Gran animador de la vida musical y cultural de la Isla, Frantz poseía una casa en Monte León que se convirtió en lugar de encuentro para figuras de renombre internacional y en la que Bernstein pasó amplias temporadas, hasta el punto de que en su idílico entorno pudo incluso dedicarse a sus tareas como compositor.

El catálogo de Bernstein abarca los géneros más diversos y se caracteriza por la fusión de elementos de la música popular americana con la tradición musical centroeuropea. Sin embargo, ello no le impidió apostar por la música más experimental y vanguardista o hacerse un hueco de honor en la historia del teatro musical americano con su obra más celebrada, ‘West Side Story’, cuyo estreno en 1957 marcó un cambio decisivo en el género, abrazando una nueva dimensión dramática más acorde con la realidad de los tiempos y diluyendo los límites entre musical y ópera.

Igualmente destacable resulta su labor como pianista y, muy particularmente, como carismático director de orquesta. En esta faceta, se puso al frente de los conjuntos sinfónicos y de los teatros de ópera más prestigiosos del mundo: la Orquesta Filarmónica de Viena, a la que le unía un especialísimo afecto; la Filarmónica de Nueva York, de la que, entre 1958 y 1969, fue su titular más querido, y con posterioridad y hasta 1990 su laureado director.

También fue frecuente su presencia en el podio de la Filarmónica de Israel, así como en los de la Concertgebouw de Ámsterdam y la Sinfónica de Boston. Su interpretación de la Novena Sinfonía de Beethoven, con su paradigmática Oda a la Alegría transmutada en Oda a la Libertad en celebración de la caída del Muro de Berlín, el 25 de diciembre de 1989 y ante una orquesta, coro y cantantes procedentes de diversos países, marca uno de los grandes hitos de su carrera.

No hay que olvidar su enorme labor como pedagogo. Sus ‘Conciertos para jóvenes’ emitidos por la CBS entre 1958 y 1972 han quedado como referencia del imaginario colectivo.