Ron Voodoo

De nuevo, el viernes 10 de enero de 2020, disfrutamos de una noche intensamente acústica con los increíbles músicos de Ron Voodoo. La descarga en directo se desarrolló en el Paper Club, y tanto Laura, Tony, María y yo mismo, quedamos encantados del magnífico evento. Laura y yo ya habíamos coreado algunas de sus canciones cuando actuaron en el Teatro Juan Ramón Jiménez. Así que ahora, partíamos con ventaja respecto a nuestros amigos a la hora de sincronizarnos con sus canciones. Sí,… estos músicos saben tocar la fibra de su público y son capaces de hacer que toda la sala coree sus  canciones, dando palmas o manteniendo el puño levantado en los momentos que nos sugiere la canción del momento. Sus ocurrentes temas se contagian y se apropian de nuestras energías y sentidos.

A diferencia del espectáculo que ofrecieron en el Teatro, aquí había más bullicio e incluso surgió algún seguidor que conocía la frase: “¡Ay, las copas son el diablo!”, que compartió risas y mantuvo un divertido feedback con el grupo.

No voy a repetirme con los que ya he escrito al respecto de esta tremenda banda de rock, pero si quiero añadir, que animó una noche fresca y algo lluviosa, que salieron de la sala entre vítores y aplausos, para volver a entrar en escena con más silbidos, volumen y escándalo a la hora de su reclamo, ya que se les solicitó que alargaran su intervención con algún bis. ¡Que corto es el tiempo cuando se  muestra la calidad! Costó la despedida.

La sala posteriormente pinchó algo de música de los ochenta, y entre tema y tema, y choque de vasos y copas brindando al desenfado y a la alegría; los dioses que antes emocionaron y electrizaban el escenario, colmando la sala de espectaculares melodías, volvieron a lo terrenal, para estrechar manos, abrazos y besos. Se mezclaron, retroalimentándose con los que antes se movían y coreaban sus formidables canciones llenas de alegría, amistad, crítica social y política, y de todos los palos que quisieron tocar. Con mucho estilo, cercanos, amistosos y simpáticos, únicos sobre el escenario, a la par que sencillos y modestos debajo de él. Con gran frescura y entusiasmo, Ron Voodoo vuelve a destacar su profesionalidad, dejando con clara evidencia que son una de las mejores bandas canarias que actualmente tenemos en el panorama actual.

¡Larga vida a Ron Voodoo!

 

Pedro J. Brissón